Roma, Italia. 10 octubre 2022. Durante el Segmento Ministerial sobre la coordinación de respuestas políticas a la crisis alimentaria global durante el primer día de la Plenaria 50 del CSA, André Luzzi, de Habitat Internacional y miembro del Comité de Coordinación del MSCPI, presentó los resultados clave del reporte global Voces desde los Territorios 2: Soluciones transformadoras a las crisis alimentarias sistémicas mundiales.
A través de nuestras consultas populares del MSCPI en los últimos 3 años hemos reunido a las agencias de la ONU, a los académicos, al GANESAN, a los gobiernos y a nuestros sectores que tienen soluciones y están dispuestos a coordinar estrategias. ¿Pero dónde está el CSA?
Declaración sobre respuesta a la crisis alimentaria global, presentada por André Luzzi el 10 de octubre 2022.
Los anteriores oradores han destacado que nos enfrentamos a una crisis profunda y continua de hambre, caos climático y desigualdades.Si no actuamos no será la última. Actuar significa abordar esta crisis de forma integral y sistémica para superarla adecuadamente y a largo plazo.
Para informar sobre esta necesidad, el MSCPI realizó otra ronda de consultas populares. Este año reunimos 539 contribuciones de 72 países, que aportaron pruebas sobre los impactos en los más afectados por la crisis alimentaria, las acciones que han tomado para responder, así como sus demandas concretas. El informe consolidado “Voces desde los territorios 2: soluciones transformadoras para las crisis alimentarias mundiales y sistémicas” cuenta las historias de los fuertes aumentos de las desigualdades ya arraigadas en todas las regiones. Historias sobre:
- El caos climático, donde los más afectados son los que menos contribuyen a las emisiones de efecto invernadero.
- Los conflictos, las guerras, las sanciones y la violencia estatal que persisten y se expanden, mientras los alimentos se utilizan como arma geopolítica.
- Donde la participación de los titulares de derechos en los procesos democráticos se reduce, y hay un creciente desprecio por la defensa de los derechos humanos.
- Donde las corporaciones están reportando beneficios récord, sacando provecho de los rescates gubernamentales, el aumento de los precios y la especulación, mientras la FAO informa de una inflación récord y la gente se muere de hambre.
Nuestros resultados apuntan claramente a cuestiones estructurales interconectadas que refuerzan y perpetúan la crisis alimentaria, por ejemplo:
- El aumento de la deuda que deja a los países sin el espacio fiscal y político necesario para tomar medidas cruciales.
- La creciente dependencia de los países de las importaciones, que los deja vulnerables a las fluctuaciones de los precios mundiales y a las deficiencias de suministro, y que socava a las comunidades agrarias
- La continua negociación de acuerdos comerciales y de inversión sin tener en cuenta su impacto sobre el derecho a la alimentación y otros derechos humanos.
Estimados delegados, necesitamos medidas urgentes a corto plazo, pero no deben empeorar la crisis a largo plazo. Limitarse a buscar nuevas fuentes de fertilizantes no es compatible con la demanda de muchos productores en nuestra consulta de acabar con la dependencia de los insumos químicos de la producción a largo plazo.
En los últimos 3 años hemos visto que los pequeños productores que utilizan métodos agroecológicos y sistemas de conocimiento indígenas siguen alimentando a sus comunidades. Los vacíos en el apoyo público se llenaron con la acción solidaria y las innovaciones de las comunidades, los movimientos sociales y las organizaciones populares y sin ánimo de lucro.
A través de nuestras consultas populares del MSCPI en los últimos 3 años hemos reunido a las agencias de la ONU, a los académicos, al GANESAN, a los gobiernos y a nuestros sectores que tienen soluciones y están dispuestos a coordinar estrategias. ¿Pero dónde está el CSA?
Exigimos urgentemente al CSA que actúe ya. Los espacios de respuesta global existentes no están equipados ni tienen el mandato de proporcionar un análisis y una coordinación estructurales y a largo plazo. El Grupo de Respuesta a la Crisis Mundial sobre alimentos, energía y finanzas, proporciona una importante exposición de la necesidad urgente de abordar la crisis alimentaria, pero es responsabilidad del CSA proporcionarle las respuestas sustantivas basadas en el papel del CSA de coordinación intergubernamental y entre organismos. Necesitamos urgentemente un debate democrático anclado en los enfoques de los Derechos Humanos que permita a los países más afectados y a los grupos de interés hacer aportaciones efectivas a las respuestas.
Sumamos nuestras voces a las de muchas delegaciones aquí presentes que también han pedido en anteriores plenos que el CSA asuma su coordinación ante las crisis alimentarias mundiales desde que estalló la pandemia en 2020, lo que lamentablemente no ha hecho. El CSA debe actuar ahora.
En consonancia con la evidencia presentadas en el informe sobre la consulta popular del MSCPI, y en consonancia con el objetivo estratégico del CSA de ser una plataforma para debatir la situación de la seguridad alimentaria y la nutrición y coordinar la acción colectiva a todos los niveles, proponemos que se añada un párrafo adicional después del actual párrafo i) en el recuadro de decisión, como sigue:
El CSA acuerda aprovechar su poder de convocatoria para coordinar los esfuerzos e iniciar un proceso, dirigido por un Estado miembro y abierto a todos los miembros y participantes interesados, para i) compartir los impactos, las respuestas y las estrategias para hacer frente a las crisis alimentarias actuales y prevenir las futuras durante este periodo intersesional y ii) diseñar hasta el CSA 51 un plan de acción que proporcione una orientación política coordinada a nivel mundial.