Mensaje de apertura de Hamadi Ag Mohamed Abba
Señor Presidente,
Mi nombre es Hamadi Ag Mohamed Abba, agropastor de Mali (África Occidental) y miembro del Mecanismo para la Sociedad Civil y los Pueblos Indígenas (MSCPI).
Señor Presidente,
El MSCPI, que reúne a organizaciones de la sociedad civil y de los Pueblos Indígenas de cinco regiones del mundo, que ha participado desde un inicio, se complace en participar nuevamente en esta ronda de negociaciones para las Recomendaciones políticas sobre los instrumentos para la recolección y el análisis de datos para la seguridad alimentaria y la nutrición, en julio de 2023.
Reconocemos la complejidad de las cuestiones relacionadas con los datos y la digitalización, que representan un reto importante para todas las partes interesadas en esta ronda de negociaciones.
Para el MSCPI, se trata de respetar la modalidad de trabajo participativo e inclusivo, lo que requiere paciencia y transparencia en un momento en el que el uso de las tecnologías digitales, si bien facilita la recopilación y el análisis de datos para ciertos actores , supone un reto para que otros, en regiones desfavorecidas, puedan participar plenamente en la tarea de recopilar, procesar, analizar y utilizar los datos sobre seguridad alimentaria y nutrición.
Sin esto, los sectores sociales marginados y vulnerables, como los Pueblos Indígenas, los agricultores a pequeña escala, las mujeres y los jóvenes, no podrán desempeñar un papel en esta labor de recopilación de datos, a pesar de ser los poseedores de la información sobre seguridad alimentaria y nutrición.
De hecho, los riesgos y beneficios de la recolección y la utilización de los datos no siempre están claros y pueden cambiar con el tiempo, ya que la expansión de las tecnologías digitales en nuestros sistemas alimentarios supondrá la pérdida de agencia y autonomía para los pueblos indígenas y los productores de alimentos en pequeña escala, y tendrá inmensas repercusiones sobre las personas y su entorno.
El MSCPI mantiene su compromiso con un enfoque participativo e inclusivo de la recopilación, el procesamiento, el análisis y el uso de datos sobre seguridad alimentaria y nutrición, al tiempo que establece el vínculo entre el Desarrollo Local y los Derechos Humanos.
Para evitar la discriminación y la desigualdad, y para garantizar que estas recomendaciones políticas tengan el impacto deseado en la toma de decisiones en el ámbito de la seguridad alimentaria y la nutrición, y que sigan siendo pertinentes a la luz de los avances de las nuevas tecnologías, los gobiernos deben disponer del tiempo y la capacidad necesarios para debatir, discutir y analizar este texto con el fin de adoptar un instrumento adecuado para un sistema de gobernanza de datos.
Esto debe hacerse de conformidad con los instrumentos internacionales de derechos humanos, en particular la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUDPI), y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y de las personas que trabajan en las unas rurales (DNUDC), entre otros.
Ya no es necesario demostrar la importancia de los datos y su valor como ayuda para la toma de decisiones, especialmente en el desarrollo de visiones y líneas estratégicas de trabajo, investigación y acción de proyectos en todas las áreas de actividad.
Sólo la gobernanza de los datos sobre seguridad alimentaria y nutrición basada en un enfoque de derechos humanos proporcionará datos cualitativos y cuantitativos de alta calidad, oportunos y pertinentes que mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición y contribuyan a la realización progresiva del derecho a una alimentación sana y sostenible.
Es importante señalar que cada vez más datos son recopilados por empresas privadas, un pequeño número de las cuales ostenta ahora el control oligopólico de los datos y acumula los beneficios económicos derivados de su uso. Esto constituye una amenaza para los derechos humanos y amenaza con socavar la soberanía de los Estados sobre los datos. Esta realidad subraya la importancia de desarrollar marcos de gobernanza que regulen las actividades de las empresas en relación con la recopilación, el almacenamiento, el análisis y el uso de los datos, y garanticen que su utilización contribuye a la realización del derecho a la alimentación, y no a la creación de beneficios para las empresas, que en muchos casos ni siquiera han producido los datos en cuestión. En este contexto, es especialmente importante proteger los derechos de los productores de alimentos a pequeña escala y de los pueblos indígenas sobre los datos que producen, así como sus sistemas de conocimiento e innovación.
El texto que se está negociando deberá finalizarse en el tiempo necesario respetando los compromisos de los Estados, incluida la aplicación de programas que promuevan la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030.
El MSCPI y sus organizaciones miembros le aseguran su disponibilidad y harán todo lo posible para apoyar los esfuerzos del CSA en este esfuerzo para orientar a los Estados sobre esta importante cuestión.
Deseo mucho éxito a esta ronda de negociaciones sobre datos que tendrá lugar del 17 al 21 de julio de 2023.
Muchas gracias.
- Para mayor informaciónó sobre este proceso, visite la página del flujo de trabajo del CSA sobre datos.
- Lea el Documento de Visión del grupo de trabajo de Datos del MSCPI.